Invertir en mejor información, innovación y tecnología, así como luchar por objetivos comunes, son parte de las tareas actuales que debe asumir el sector palmicultor para fortalecer su competitividad.
Un total de 115 mil empleos, a nivel nacional, genera la industria de la palma, además representa el 5% del PIB agroindustrial, según datos de Óscar Calahorrano, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de la Cadena Productiva del Aceite de Palma (Propalma Ecuador), remitidos durante la conferencia “Unidad Gremial, la clave para enfrentar los desafíos del sector”.
En el evento, el conferencista principal, Jens Mesa Dishington, economista y expresidente de ejecutivo de Fedepalma Colombia por más de 3 décadas, se refirió, en primer lugar, a la realidad que enfrenta el sector en su país, que es similar a otros de la región, como Ecuador.
En este aspecto, indicó que históricamente este sector ha tenido que enfrentar varias situaciones de complejidad, como el desconocimiento del costo de acuerdo a la realidad de su producción, la posibilidad de exportación y a esto se sumaba la pudrición de cogollo.
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En cuanto a los nuevos retos, enfatizó que en la actualidad no se puede pedir todo a los gobiernos, sino que el sector privado también debe caminar hacia una mayor competitividad a través de la eficiencia.
Sin embargo, se debe tener claro el papel de los tres actores que confluyen en el sector: el empresario, el gobierno (para el diseño de políticas) y los gremios. Con esta trilogía, dice el experto, garantizará el éxito en el sistema de producción.
Respecto a los gremios, explicó que es fundamental tener liderazgo en función al bien común del sector; una adecuada comercialización y la cercanía con los aspectos técnicos; es decir, el conocimiento, la investigación y que esa información sea difundida de manera adecuada.
Para Mesa Dishington, contar con información especializada sobre la producción de palma es fundamental, por eso se debe poner a disposición de los palmicultores los estudios que se realicen y conectar la agricultura con las tecnologías para así tener un manejo adecuado del producto.
La clave del éxito es invertir en ciencia, tecnología e innovación. La inversión debe representar el 5% de las ganancias, pero es una decisión que vale la pena, afirma.
Los representantes gremiales, no solo deben garantizar coherencia entre los objetivos y las acciones, deben generar confianza y enfocarse en objetivos ya no solo locales, sino a nivel regional.
Más aun considerando que el mayor productor de palma aceitera no es América, sino Asia. Por ello, es necesario esta unión gremial en la región para aprovechar el contexto mundial y crecer mucho más rápido.