A nivel global, la deficiencia de micronutrientes puede influir significativamente en la producción de ciertos alimentos. En este escenario, los productores y empresas agrícolas han recurrido al desarrollo de cultivos biofortificados.
La biofortificación puede entenderse como una técnica que permite incrementar o mejorar el valor nutricional de los cultivos, mediante técnicas de fertilización o biotecnología. Como resultado de este proceso, se obtienen frutas y vegetales enriquecidos con vitaminas y nutrientes de gran importancia para la dieta alimentaria humana.
Por lo general, se emplea la biofortificación en alimentos de alto consumo como fréjol, maíz, arroz y trigo, entre otros, con el propósito de lograr una mayor acumulación de nutrientes minerales en los cultivos (cobre, hierro, zinc y yodo).
En este contexto, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), a través de su Vicerrectorado de Investigación, promueve un proyecto que investiga la posibilidad de aumentar el valor nutricional del banano, a partir de una técnica de biofortificación asistida por microorganismos.
Stefania Cevallos Solórzano, docente investigadora de la UTPL y quien lidera esta propuesta, señala que la mitad de la población mundial sufre de deficiencia nutricional de hierro y zinc.
Aunque se puede tratar esta problemática con el apoyo de suplementos nutricionales, su costo es muy elevado y, por lo tanto, las personas en situación de vulnerabilidad no tienen acceso a este tipo de alternativas, precisa la catedrática. Por este motivo, la biofortificación se presenta como la opción ideal para beneficiar a la población.
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Según los datos oficiales de la Organización de las Naciones Unidas, un 23,1% de niños y niñas menores de cinco años del territorio ecuatoriano tienen desnutrición crónica infantil o retraso en su crecimiento.
“La desnutrición en los países en vías de desarrollo es un problema prioritario de salud, que afecta principalmente a niños y mujeres gestantes. En gran medida, esta realidad se debe a la ingesta inadecuada de nutrientes. Con este proyecto, la UTPL busca aportar al desarrollo de soluciones frente a esta problemática”, explica Cevallos.
La investigadora menciona que esta propuesta se comenzó a ejecutar en 2022 con el apoyo de cinco docentes y cinco estudiantes de la carrera de Biología, Bioquímica y Farmacia. Durante la primera etapa, se desarrolló la identificación y establecimiento de las parcelas a muestrear. Posteriormente, se realizó el muestreo y transporte de esas muestras a las instalaciones de la UTPL para su análisis en el laboratorio.
Actualmente, este proyecto se encuentra en fase de procesamiento de las muestras y caracterización. En los próximos meses, se espera verificar la posibilidad de mejorar la calidad nutricional del banano a través de la biofortificación asistida por microorganismos y bacterias.