Ha pasado más de un año desde que Ecuador despenalizó la siembra, cultivo y cosecha del cannabis y ya hay empresas que han apostado por esta actividad productiva.
Hasta el momento el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) registra 43 licencias entregadas de las 7 opciones que tiene habilitadas, que son para producción, industrialización, comercialización de semillas; así como la industrialización de productos, informa Juan Carlos Cedeño, subsecretario de Producción del MAG.
Es Pichincha la provincia en donde más se desarrolla el cannabis porque son las florícolas quienes han apostado por esta alternativa para diversificar su negocio. Cedeño detalla que este sector aprovecha sus infraestructuras para cultivar la flor de cannabis.
Pero ¿cuáles son las complicaciones? Santiago Trejo, consultor de industrias sensibles, especialista en concepción y operación de empresas de cannabis, explica que hay una delgada línea que puede generar que pase de ser un negocio legal a uno ilegal, que puede, no solo generar pérdidas económicas; sino complicaciones legales.
El cannabis requiere de un cuidado especializado porque este se adapta dependiendo del tipo de cultivos. Trejo explica que pasa igual que con las frutas, que unas pueden ser más o menos dulces dependiendo de los grados brix que contengan. En el cannabis se debe controlar que no tenga más del 1% de THC, que es la sustancia responsable de la sensación de euforia o componente sicoactivo.
Cedeño enfatiza que las personas deben tener claro que la variedad que se permite sembrar es la no sicoactiva
Por eso es recomendable tener un cuidado especializado, enfatiza Trejo, quien tiene más de 20 años de experiencia en multinacionales. Actualmente ocupa cargos directivos en 3 licenciatarias de cannabis, fue parte del equipo que legalizó el cannabis no psicoactivo en Ecuador. Además, es miembro activo en elaboración y mejora de reglamentos del sector con diversos reguladores.
No se trata se solo tener semillas y sembrarlas, se necesita la licencia que faculte al productor a sembrar legalmente. Es importante tener en cuenta que si se siembra solo por probar también puede ser detenido, porque así consta en el artículo 220 del Código Integral Penal (COIP), la sanción es entre 3 y 5 años de cárcel.
Ahora si llega a comercializar esa producción puede arriesgarse a una sanción de acuerdo con el artículo 222 del COIP, que ya incluye de 1 a 13 años de cárcel porque ya se cataloga como narcotráfico.
El Subsecretario de Producción del MAG resalta que en Ecuador se trabaja con la semilla Cherry Oregón, que viene de Estados Unidos y detalla que se están analizando otras semillas para diversificar la producción.
Es necesario entender que el cannabis es una sustancia regulada, que exige tener una licencia.
Por eso el Ministerio de Agricultura creó el reglamento, que se aprobó en octubre de 2020, que establece los parámetros necesarios para las licencias. La autoridad agraria puede sancionar con $20.000 de multa por sembrar sin tener el permiso.
Aunque se trata de un cultivo cuya rentabilidad es alta, la inversión también es significativa, puesto que la semilla cuesta entre $1,50 y $4 cada una. El cannabis es de ciclo corto; es decir demora entre 90 a 120 días. Además, es un cultivo que limpia el suelo y necesita un sustrato especial.
Para Trejo el mejor ambiente para el cannabis es la península. En Ecuador, hay una sola variedad registrada, lo que limita un poco la producción.
Se trata además de conocer a qué se enfocará el cultivo. Javier Hidalgo Castañeda, ingeniero agrónomo por la Universidad Nacional de Colombia, resalta que se debe tener en cuenta la trazabilidad para poder enfocar el cultivo.
Que puede ser para venta de semillas y esquejes, la producción de cannabis no psicoactivo y cáñamo industrial, el fitomejoramiento y bancos de germoplasma, la producción y procesamiento de derivados, y la comercialización y exportación.