La inseguridad es otro de los grandes problemas de la industria camaronera ecuatoriana. En tres años se han registrado en el sector siete muertes violentas, más de 60 heridos, aproximadamente 92 actos delictivos y pérdidas de producto superiores a los 2’500.000 de dólares.
Por este motivo, los gremios acuícolas alzaron su voz de protesta pidiendo seguridad al Gobierno nacional, y facilidad para que los elementos de protección de las empresas porten armas a fin de cuidar el producto durante el traslado.
“Insistimos en este tema porque vemos que la Policía Nacional y la Armada del Ecuador, ya sea por falta de recursos económicos, logísticos o de cualquier índole no pueden garantizar la seguridad del sector y sin desligarnos de esta responsabilidad, de alguna manera los camaroneros debemos protegernos ante el embate del crimen organizado que nos golpea a diario”, manifestó José Antonio Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura.
La inseguridad le está restando competitividad al sector frente a sus competidores internacionales, pues las empresas deben invertir más de 60 millones de dólares en protección.