Este 29 de julio inició el primer período de veda del atún en el Océano Pacífico Oriental (OPO), una medida de ordenación que busca conservar el buen estado de las diferentes especies de túnidos en este lado del mundo.
La prohibición de pesca rige para las flotas pesqueras de varios países americanos entre ellos Ecuador. Por este motivo, los 50 buques atuneros ecuatorianos de más de 182 toneladas métricas aprovechan este tiempo para realizar reparaciones y trabajos de mantenimiento.
Este período no solo es vital para la conservación del atún, sino que también impulsa la economía local, generando decenas de empleos para la fuerza obrera, encargada de dejar cada nave en óptimas condiciones para las próximas faenas.
La flota atunera ecuatoriana invierte alrededor de 100 millones de dólares en reparaciones y mantenimiento de sus embarcaciones.
De acuerdo con la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), entre enero y mayo del presente año, se capturaron 457.712 toneladas métricas del recurso en el OPO.
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Ecuador se mantiene como el líder de la región con el 43,3 por ciento de participación de todo el volumen capturado, seguido por México, Panamá, Estados Unidos y Venezuela.
El barrilete es la especie de atún más capturada con 295.337 toneladas. Mientras que la aleta amarilla y patudo registraron 140.547 y 14.216 toneladas, respectivamente.
Durante la veda, las procesadoras atuneras ecuatorianas continuarán con su producción usando materia prima capturada anticipadamente o proveniente de otros países.
La presente veda se extenderá hasta el próximo 8 de octubre. Los barcos que no se acojan a este periodo podrán hacerlo en la segunda oportunidad que iniciará el 9 de noviembre hasta el 19 de enero de 2025.