Frente al cambio climático, la agricultura es uno de los sectores que requiere mayor innovación para transformarse y lograr procesos más sustentables y eficientes. La enorme demanda de alimentos pone en jaque al ecosistema agrícola que debe superar los desafíos para alimentar a la población mundial, sumándose al reto de adaptarse a las nuevas variantes del clima. Al mismo tiempo, cada vez más, los consumidores buscan saber de dónde provienen sus alimentos y esperan que toda la cadena de suministro -del campo a la mesa- sea de confianza y segura.
De acuerdo con un estudio de la Organización Meteorológica Mundial, América Latina se proyecta como una de las regiones donde los efectos e impactos del cambio climático serán más intensos, como las olas de calor, la disminución en el rendimiento de los cultivos, los incendios forestales, el agotamiento de los arrecifes de coral y el nivel extremo del mar.
Cláudio Bessa, Chief Developer Advocate y líder del Programa Build en IBM Latinoamérica, señala que esta situación debe ser atendida porque la agricultura es importante para las economías regionales puesto que, según datos del Banco Mundial, representa entre el 5 y el 18% del PIB en 20 países de América Latina y el Caribe.
El aprovechamiento de la tecnología es vital para avanzar en el camino de la innovación en el sector, sobrepasar los desafíos que se imponen y aumentar el desempeño agrícola de la región. “Crear un sistema alimenticio más seguro y sostenible, donde cada actor del ecosistema: productores, proveedores, distribuidores, comerciantes y consumidores estén conectados de manera transparente, debe ser una prioridad”, manifiesta.
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El especialista señala que a través de la colaboración es posible encontrar soluciones más eficientes y sostenibles. Un ejemplo, es el caso de Agrolly, ganador del Desafío Global Call for Code 2020. La startup creó una aplicación que ayuda a los pequeños agricultores a mejorar el rendimiento de sus cultivos con inteligencia artificial y datos meteorológicos locales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO, The Weather Company y la NASA para que puedan tomar mejores decisiones informadas sobre sus cosechas. Además, la aplicación promueve el intercambio de conocimientos entre agricultores por medio de funciones de chat y de preguntas y respuestas, permitiendo comunicarse entre ellos o publicar sus preguntas y fotos en un foro para recibir aportes de la comunidad.
Bessa comenta que IBM trabajó con Agrolly para proporcionarles orientación técnica y recursos para avanzar en el proyecto y gestionar su agtech en IBM Cloud. Como parte del ecosistema Call for Code, los desarrolladores de la compañía están ayudando a esta startup a desarrollar tecnología de código abierto y están facilitando posibles alianzas con universidades y organizaciones.
Según la FAO, la revolución agrícola digital será el cambio más novedoso que podría ayudar a conseguir que la agricultura satisfaga las necesidades de la población mundial en el futuro. “Hoy contamos con tecnologías como IA, nube híbrida, Blockchain, Internet de las Cosas, computación edge que, combinadas con el trabajo colaborativo del ecosistema agrícola de Latinoamérica, permitirán acelerar la innovación”, explica el experto.