Las principales fechas para la venta de flores son el día de San Valentín y el Día de la Madre; y en 2021 las ventas han sido muy buenas para ambas celebraciones, lo que se traduce en un crecimiento del 2 %, según estimaciones de la Asociación de Productores y Exportadores de Flores Expoflores.
Esto porque, aunque todavía no hay cifras oficiales, las ventas para San Valentín fueron mayores entre 3 y 4% en comparación con el año 2019. Con el 2020 no se puede comparar porque fue un año atípico por la presencia de la pandemia. A esto se suma que las ventas para el Día de la Madre también fueron buenas, aunque menores a las registradas para febrero.
Esta es una gran noticia para los floricultores, recalca Alejandro Martínez, presidente ejecutivo de Expoflores, quien detalla que el sector fue uno de los más golpeados al inicio de la pandemia, esto porque ya venía de un escenario complejo luego de las protestas que se dieron en 2019. “Ese año veníamos bien en cuanto a cifras hasta octubre, fueron 14 días de paralización, lo que nos costó 4% de crecimiento”, explica.
A esto se sumó el Covid-19, que también generó pérdidas significativas, entre ellas: reducción de cultivos, salida de alrededor de 11.000 trabajadores, entre otras, que golpearon fuertemente al sector florícola.
Según las cifras del Banco Central, en 2019, las exportaciones de flores naturales llegaron a $ 879 millones. De este total, las rosas representaron el 74%. El segundo producto más exportado son las demás flores de verano con el 12% del total, seguido por la gypsophila con el 8% de participación, y el porcentaje restante se divide entre claveles, crisantemos, lirios y otros.
Martínez resalta que en 2020 las pérdidas fueron importantes, lo que quiere decir que el sector es un sobreviviente. Esto porque las flores son consideradas un producto suntuario, es decir que no son prioritarias en un contexto de pandemia.
El empresario señala que las personas van a comprar alimentos y no flores, por eso entienden que las ventas cayeran; sin embargo, el mercado en Estados Unidos ha cambiado mucho y las proyecciones son positivas y esperan que este año haya un crecimiento del 2%.
Aunque estas cifras son alentadoras, se debe tener cuidado de que ese consumo no sea algo estacional.
Además, Martínez aclara que la demanda no podrá ser abastecida del todo porque en Ecuador hubo una reducción de territorios cultivados del 7%. La razón: en pandemia no todos los productores pudieron sostener sus operaciones.
La reducción de los cultivos significó una contracción del negocio y, por ello, el año anterior se registró la pérdida de puestos de trabajo; de los 120 mil que tenían el sector hasta el 2019.
Sin embargo, en este 2021, la reactivación generó que exista mayor demanda de mano de obra y que paulatinamente se recuperen las plazas de empleo. “Ahora deberemos tener aproximadamente 118 mil empleadas en la industria florícola”, calcula Martínez.
Pero la recuperación de las plantaciones no se traducirá inmediatamente en mayores ventas, pues esas flores sembradas ahora estarán listas para salir al mercado luego de 18 meses. A ello se suma, que no se registran grandes inversiones nuevas en el sector.
Ecuador es un proveedor importante en el mercado florícola, según lo resalta el Centro Internacional del Comercio. Países Bajos ocupa el primer lugar del mundo como exportador de flores, con el 50% del total; seguido por Colombia con el 16%; y en tercer lugar se encuentra Ecuador con el 10%. Luego, les sigue Kenia con el 7%, Etiopia con el 2% y finalmente, los demás exportadores suman el 15 % restante.
El mercado
Tres mercados son los principales destinos de las flores ecuatorianas. En primer lugar, está Estados Unidos; en segundo lugar, Europa; y en tercer lugar, Rusia. Por ello, Martínez recalca la importancia de los acuerdos comerciales con otros países compradores.
Una buena noticia para los floricultores fue la inclusión de las rosas ecuatorianas en el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), que Estados Unidos otorga de manera unilateral a varios países beneficiarios, entre ellos, Ecuador. El anuncio de este beneficio llegó el 30 de octubre de 2020.
El posicionamiento a escala mundial se debe a la alta calidad de las rosas ecuatorianas, y al cumplimiento de estrictos estándares laborales y ambientales.
Los floricultores mantienen diálogos con el reciente Gobierno y confían en que la visión empresarial del presidente Guillermo Lasso, les permita crecer y generar mayores ingresos para el país, lo que significará más oportunidades de trabajo.
Alejandro Martínez detalla que Ecuador necesita acuerdos comerciales que les permita ganar mercados. En referencia a esos convenios internacionales recalcó que se debe dejar de escuchar a la “parte politiquera que habla solo desde su perspectiva y no desde lo técnico”.