La caña de azúcar es uno de los principales cultivos en nuestro país. Hasta el 2020, había 157.986 hectáreas sembradas de esta planta, de la cual se obtiene productos agroindustriales como el azúcar refinado y el alcohol etílico o etanol.
En la zafra de este año, que inició en junio pasado, se espera obtener alrededor de 110 millones de litros de etanol que se emplearán en la elaboración de biocombustibles, materia prima necesaria para la producción de gasolina Ecopaís.
Además, el alcohol será utilizado para la fabricación de productos sanitizantes, indispensables para contrarrestar la propagación del Covid-19 y otros virus.
«Es importante destacar que los biocombustibles representan una de las principales alternativas para diversificar la matriz energética del país y promover el crecimiento de la agroindustria ecuatoriana, por lo que la producción nacional de etanol fomenta la movilidad sostenible», resalta la Asociación de Biocombustibles del Ecuador (APALE).
La producción de etanol cuenta con múltiples beneficios para el país, que se pueden recopilar en tres ejes importantes.
Desde el punto de vista económico, la utilización de etanol carburante en la gasolina permite prescindir hasta en un 15% de la utilización de naftas de alto octano que no son producidas localmente y que se deben importar para la producción de la gasolina extra.
Esto permite un ahorro significativo para el Estado, al reducir el costo de producción de la gasolina; inclusive la utilización de etanol anhidro carburante, permite la utilización de 11% más de naftas de bajo octanaje, dándole valor a este componente de producción local.
En lo que respecta a lo social, el plan nacional de biocombustibles ha permitido desarrollar inversiones productivas en la producción de caña de azúcar y etanol por más de $ 250 millones.
También ha generado plazas de trabajo a más de 3.000 cañicultores independientes y un promedio de 5.000 familias productoras de alcohol artesanal de la zona de la sierra.
Mientras que, por el lado ambiental, diversos estudios sugieren que el etanol reduce las emisiones de gases de efecto invernadero de hasta el 89%, y la reducción de gases nocivos en la combustión de combustibles por el parque automotor hasta de un 32%.
Por ello, la APALE, entidad que agrupa a las destilerías Codana, Producargo y Soderal, pertenecientes a los ingenios Valdez, Coazúcar y San Carlos, respectivamente; mediante sus diferentes acciones, reitera su compromiso de promover y fomentar el desarrollo sostenible de la industria de biocombustibles renovables en Ecuador.