Once países asiáticos y sudamericanos, entre ellos Ecuador, firmaron un acuerdo histórico para salvar de la extinción a las seis especies supervivientes de delfines de río en el mundo.
Esta decisión es histórica, pues desde la década de 1980, las poblaciones de delfines de río se han desplomado en un 73% debido a una avalancha de amenazas, incluyendo el tráfico ilegal, las prácticas de pesca insostenible, represas hidroeléctricas, contaminación procedente de la industria del petróleo, la minería y los agro-pesticidas están provocando su pérdida, así como la destrucción de su hábitat.
La reciente muerte de más de 150 delfines de río en el lago Tefé (Brasil), devastado por la sequía en la Amazonía, demuestra que el cambio climático es una amenaza cada vez más real para su supervivencia.
El acuerdo adoptado por los Estados asiáticos y sudamericanos en el área de distribución de estas especies tiene el objetivo de detener su disminución y aumentar los tamaños de las poblaciones más vulnerables, mediante el desarrollo y financiamiento de medidas para mejorar las prácticas de pesca, reducir la contaminación, ampliar la investigación y mejorar la gestión de áreas protegidas y su conectividad.
Los delfines de río viven en algunos de los afluentes más importantes del mundo, entre ellos el Amazonas y Orinoco en Sudamérica; y el Ayeyarwady, Ganges, Indo, Mekong, Mahakam y Yangtze en Asia.
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En el presente año, Ecuador afronta una grave sequía en gran parte de la Amazonía, afectando ríos principales como el Napo y Aguarico. En la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno, ciertos lagos se han secado por completo.
Esta situación ha tenido un impacto trágico, resultando en la primera muerte por sequía de un delfín en el Parque Nacional Yasuní. A su vez, la escasez de agua llevó a la muerte de un manatí y causó la desaparición de una gran cantidad de peces y caimanes en la región.
Además, se registraron temperaturas extremadamente altas, alcanzando hasta 39 grados centígrados; situación inusual y preocupante para la conservación de estos ríos. Esta grave situación afecta directamente a las dos especies de delfín ecuatoriano, el Sotalia Fluviatis y el Inia geoffrensis, categorizados en peligro y peligro crítico de extinción respectivamente.
En respuesta a estos desafíos críticos, la Declaración Global para los Delfines de Río se presenta como un paso significativo hacia la protección de estas especies vulnerables.
«Esta declaración plantea una hoja de ruta para recuperar las poblaciones de delfines de río en todo el mundo, ofreciendo una esperanza real para la supervivencia de estas icónicas especies”, manifestó Tarsicio Granizo, director País de WWF Ecuador.